6 de abril de 2020

El Malo


                ¿Alguna vez contaste la historia siendo el malo?

                Vamos, todos hemos repetido historias de “ex”, de familiares “tóxicos” o de compañeros de trabajo o facultad sobradores o soberbios. Todos las tenemos. ¿Pero alguna vez contaste la historia siendo el malo?

                Me refiero a haber tenido una charla sincera y abierta, con alguien de confianza, y haber pensado o dicho en cierto momento: “la verdad que sí, me porte como un pelotudo”. Aceptarse incompleto, por momentos inmaduro, insensible, frío, terco, cerrado, obstinado, tacaño, orgulloso… Ese momento en particular, seguramente después de haber pasado tiempo, y haberla contado a tu manera pila de veces antes.

                Han sido el villano en el cuento de otros, eso no se duda. Porque es una suerte de que los vencedores son quienes cuentan las historias, y los perdedores no tienen estatuas. Sin embargo lo que me gustaría saber es si uno es capaz de contar la historia como el agente del caos. A ver, obviando nefastas verdades como no sé, no les pasas manutención a tus hijos, o la dejaste con toda la cara morada, o lo cagaste tantas veces que era humillante, etc. No quiero seguir con esos ejemplos. A lo que apunto es a tener una reflexión, hacer un mea-culpa, ponerte en el lugar del otro y volver a ver todo desde la otra perspectiva. Y exponerte con ello, con alguien más que te pueda ver vulnerable sólo y únicamente a costa tuya.

                Yo lo pude hacer, más de una vez. Fue más fácil la segunda vez, aunque la primera fue más hilarante porque fue con alguien a quién no hacía ni dos días que nos conocíamos. Fue liberador, y llegué a la conclusión de que tengo un abrazo pendiente. Sí, para vos, que me gustaría saber que aún lees esporádicamente este espacio, te quiero dar un abrazo de corazón.

                ¿Y ustedes, alguna vez la contaron siendo el malo?

Se libre
Bael’adar