28 de julio de 2022

Keep Moving

Hace por lo menos un año que estaba... rendido. Me sentía derrotado, herméticamente vacío. Me movía por pura inercia: desayuno, trabajo, siesta, compu, cena, dormir, y repetir. Estaba como apagado, o más bien como una llama apunto de consumir lo último de su alimento. 
Porque la pandemia, porque el encierro, porque el barbijo, porque mi viejo...
Exploté. Dañé todo lo que había a mi alrededor en lo que dura un programa de televisión nocturno.

Hasta que un día, más calmo aunque igual de desganado, una voz joven y cargadísima de sabiduría me dijo "Movete".

(Continuaré después).