19 de octubre de 2012

"La Dicha No Es Una Cosa Alegre"

  Te diría tantas cosas... pero me iría muy a la mierda...
  En serio, me agarran esas ganas de tirarte toda la posta que me pasa por la cabeza cuando te pienso. Pero como estoy prácticamente segurísimo de que no te va a gustar o no te va a caer bien y definitivamente no vas a terminar en mis brazos, prefiero mantenerme al margen, aunque, como SIEMPRE, termine con un dolor de huevo.
  Callado y tratando de hacerte entender las cosas sin decirlas explícitamente.
¡Que bien que me esta funcionando! ¡Soy un maldito genio!
¡¡¡.....P..........E..........L..........O..........T..........U..........D..........O....!!!

 Lo peor de todo es que encima ayudo a quien serían mis enemigos... y lo he hecho varias veces...
No si la verdad es que de verdad no me entiendo en lo absoluto. Quizás tenga algo que ver el hecho de que priorizo la felicidad ajena (bueno en realidad no tan ajena, tampoco es referido a completos extraños, ¿se entiende?) a la mía propia. Quizás deba ser más egoísta y probar a ver si con eso cambio un poco las cosas para bien (para MI bien). Pero ahí está de nuevo, aparece la opción de que alguien esté mal y me acobardo. Vuelvo a posponer mi bienestar por el de otros, y mas tarde vuelvo a ponerme a pensar en esto.
  Es un puto circulo vicioso sin puertas ni ventanas. Dependo completamente de lo que hagan los otros. Esa mínima chance de que se acuerden del pelotudo que se acuerda de todos. Pero tampoco busco lástima, de hecho odiaría que "se acuerden" de ese modo, incluso me odiaría a mi mismo si eso hago (o estoy haciendo) sin darme cuenta.
  Es como que... me falta algo. Que me digan algo, que me pase algo...

Se libre
Bael´adar

No hay comentarios.:

Publicar un comentario