Porque se convirtió en un vicio con el que siempre tropiezo. No veo relucir mi inversión. Ni mucho menos, a estas alturas, alcanzo a disfrutar algo lo suficiente que luego se torna tedioso, irritable u ofensivamente indiferente.
Me niego a no poder mantener un equilibrio estable. Cuando todo aparenta marchar bien, hay algo que se desarma. Intento volver a armarlo para que todo vuelva a su armonía, pero al terminar otra cosa se desmonta. Consigo montar aquello nuevamente, pero me doy vuelta y veo que otra cosa se desparrama. Y así... Yo ya pertenezco a un grupo de individuos con esas características, los llamo "familia"; y bien complicado es el panorama como para meterme en otro contexto similar.
Tampoco puedo combatir con la auto-destrucción / auto-flagelación ajena. No la entiendo, no le encuentro el sentido de ninguna manera, ni mucho menos se cómo tratarla. A decir verdad soy más del tipo "pero si te vas a matar matate de una vez y no jodas más, las amenazas solo hacen que rompas más los huevos de los que están a tu alrededor". Es quizás para algunos un pensamiento cruel, pero no me voy a disculpar por tenerlo.
Renuncio a dejar de ser yo en todo mi esplendor.
En cierto modo no es una renuncia, sino más bien una resignación tardía (bastante tardía).
Se libre
Bael'adar
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