21 de agosto de 2015

Me Rindo

  Esta vez si lo medité. Me rindo.
  Porque se convirtió en un vicio con el que siempre tropiezo. No veo relucir mi inversión. Ni mucho menos, a estas alturas, alcanzo a disfrutar algo lo suficiente que luego se torna tedioso, irritable u ofensivamente indiferente.
  Me niego a no poder mantener un equilibrio estable. Cuando todo aparenta marchar bien, hay algo que se desarma. Intento volver a armarlo para que todo vuelva a su armonía, pero al terminar otra cosa se desmonta. Consigo montar aquello nuevamente, pero me doy vuelta y veo que otra cosa se desparrama. Y así... Yo ya pertenezco a un grupo de individuos con esas características, los llamo "familia"; y bien complicado es el panorama como para meterme en otro contexto similar.
  Tampoco puedo combatir con la auto-destrucción / auto-flagelación ajena. No la entiendo, no le encuentro el sentido de ninguna manera, ni mucho menos se cómo tratarla. A decir verdad soy más del tipo "pero si te vas a matar matate de una vez y no jodas más, las amenazas solo hacen que rompas más los huevos de los que están a tu alrededor". Es quizás para algunos un pensamiento cruel, pero no me voy a disculpar por tenerlo.
  Renuncio a dejar de ser yo en todo mi esplendor.
  En cierto modo no es una renuncia, sino más bien una resignación tardía (bastante tardía).

Se libre
Bael'adar

No hay comentarios.:

Publicar un comentario