Otro es el abrazo de amigos que no se ven hace mucho tiempo. No nos dan los brazos para apretujar a la otra persona, la traemos hacia nosotros como haría un niño abrazando un peluche que creía extraviado y nos pegamos a la otra persona como para asegurarnos que no la vamos a perder nunca más y tratando de devolver con cada abrazo y cada palmada el tiempo perdido.
Y ese es el último ejemplo...el tiempo perdido, el que nos avergüenza, el que olvidamos por estúpidos en algún rincón, de descuidados que somos o simplemente porque invertimos el tiempo en otras cosas. Y de repente los ves ahí : tus hijos, tus viejos, tus seres queridos y te das cuenta todos los abrazos que no diste. Todo el tiempo que perdiste, el que ganaste, disfrutaste o sufriste se puede medir así : en abrazos. Cuando te das cuenta de eso te das cuenta que todo, absolutamente todo se mide así.
Sos los abrazos que diste y los que recibís... o los que vas a recibir, solo es cuestión de tiempo.
Se libre
Bael'adar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario