26 de diciembre de 2013

La Navidad Nos Pone Cursis

  Hacía un par de días que me había dicho a mi mismo que no iba a escribir nada relacionado a la Navidad. Primero porque me parecía muy obvio, muy de esperarse, predecible si se quiere decir. Y segundo porque hay un punto en el que eso me parecía poco original, y ese no es mi estilo (o eso trato de que sea, ¡ja!).
  En fin, hace pocas horas se terminó el tan apreciado (para algunos) y tan intragable (para otros) 25 de diciembre. Y me dejó algo, además de ropa interior...
  Es una sensación que pareciera que se hace difícil de describir, que es mejor sentirla y ya, pero esta vez sé lo que es. Es paz.
  Una galería rodeada de macetas; una luz portátil fuerte pero que no llegaba a encandilar; viento de ventilador; sanwichitos, matambre y pionono; una sidra y tan solo tres personas que alzaron tres copas frente a la mía.
  Va a sonar trillado, lo sé, pero era la Navidad que me estaba haciendo falta.
  Por 2 horas pude guardar mi mente en un frasco de conserva y dejar invadir el resto de mi cuerpo de tranquilidad y bienestar en el más amplio sentido de las palabras. No había problemas de trabajo, conflictos familiares externos, ni dramas de amores o circunstancias estresantes de ningún tipo. Solo una familia de 4 siendo un poco cursis al brindar y contando alguna que otra anécdota boluda.
  Así que he aquí lo que quería destacar: pasé una Navidad con mucha paz. Paz que ninguna navidad que recuerde había tenido antes, y paz que hace unas semanas de arrastre estaba necesitando.
  Mi brindis fue (y es) que a partir de este día todas las navidades puedan ser así, y deseo muy fielmente que lo sean también para todas las personas que amo.

  Muy trillada y cursimente os deseo, feliz navidad.

Se libre
Bael'adar

12 de diciembre de 2013

  Hubo una vez en que dije algo así como "No estoy bien, estoy tranquilo", hace casi un año.
  Hoy en día es al revés, por consecuencias del entorno u otras cosas... no estoy seguro (que raro ¬¬).
  Estoy bien, pero intranquilo. Y no se siente nada grato como el primero...

9 de diciembre de 2013

¿Qué es lo primero que se te ocurre si te digo "qué es lo que pensáis antes de dormir"?

"-¿Qué es lo primero que se te ocurre si te digo 'qué es lo que pensás antes de dormir'?
-Tener paz
-¿Qué implica la paz?
-Tranquilidad, reposo, cosas que me son infaltables para poder dormir. Quizás suene extremo planteándolo así, pero siempre antes de dormir trato de pensar en algo que me de aunque sea un mínimo de paz interior.
-¿Recordás en qué pensabas la última vez que te dormiste?
-¿Te referís a ayer domingo a las 8 am. aprox.?
-Si esa fue la última vez, sí.
-Lo genial del vientito que entraba por la ventana y me daba en los pies cuando me acosté. Llegué calcinado y me ayudó a relajarme al toque. Se podría decir que 'la búsqueda de paz de antes de dormir' la ganó la inmediatez.
-¿Tu mente no te habla?
-Si no la estoy obligando a concentrarse en algo en concreto como un juego, una lectura u otra actividad si, siempre lo hace.
-Pero antes de dormir... ¿Suele decirte constantemente lo de la paz?
-No, no me lo dice. Es una cuestión en que si la noto intranquila se que no va a poder descansar, y por ello tengo que ayudar a encontrársela."

Se libre
Bael'adar

Mi Lugar En El Mundo

  No fue hace más de un par de semanas que oí hablar de esto en la radio. Le pusieron esa temática al programa de ese día y permitían que la gente llame y conteste a la pregunta "¿cuál es tu lugar en el mundo?" de la manera que le plazca. Por decirlo de alguna manera, las respuestas más clásicas siempre eran "al lado de mis hijos", "junto a la persona que amo", "mi familia", etc. Sin embargo algunos más atrevidos se animaban a contestar cosas como "rodeado de mi música", "sentado baja un árbol con un libro" y cosas de ese estilo.
  Días más tarde leí la misma pregunta en una de las páginas que frecuento diariamente. Y tan solo horas después varias referencias a lo mismo en Facebook. Incluso en una conversación con mi vieja hace no mucho dijo algo como: "¿Dónde pensáis estar mañana? o mejor dicho ¿dónde estás hoy?".
  Es por todo eso que me decidí a tratar de contestar esa pregunta. ¿Cuál es mi lugar en el mundo?. Aunque parezca una pregunta sencilla en realidad no creo que lo sea. Contestar lo primero que se te ocurre no me parece una opción válida. Más allá de que, admito, hay veces en los que los primeros presentimientos son los más indicados. Así que me puse a meditarlo un poco. Se me ocurrió que podría llegar a haber una guía para contestar este tipo de preguntas. Por lo que volví un poco para atrás y comencé a recordar lo que había escuchado en la radio, los comentarios que había leído y lo que había hablado con mi vieja.
  Llegué a la deducción de que en todas las respuestas de cierto modo se involucraba un amor. Sea hacia otras personas (hijos, parejas, amigos, etc.), como a objetos materiales (un libro, un sillón, etc.) o como a entes ideales (la música, el trabajo, el viento, etc). El amor era el sentimiento constante. Suena bastante lógico, pero no me deja conforme.
  En fin, suficiente parloteo para lo que a fin de cuentas es una sencilla entrada para contestar una pregunta que ya se ha hecho tanta gente. Así que procedo, y les dejo el resto a ustedes...

  -Dime muchacho, ¿cuál es tu lugar en el mundo?
  -Mi lugar en el mundo es, al menos lo que siento hoy en día, un momento en específico. A grandes rasgos es un pequeño trayecto andando en bicicleta. Busco tomar las calles que me son más cómodas dependiendo donde vaya. Y a partir de ello vienen las cosas que lo hacen especial. Música, y que el resto reviente... uno se mete en su mundo de ritmos y letras y que el exterior no importe, aunque sea tan solo por lo que tarde en llegar a destino. Clima, el perfecto es ese bien nublado que no deja filtrar rayos de sol con una tenue brisa que solo te llegue como caricia. La hora del día me es indistinta, aunque la noche tiene ese algo que maravilla y a la vez relaja mucho más. Y por último, que pueda surgir ese ínfimo instante que produce el deseo de cerrar los ojos, soltar el volante y volar; donde la paz invade en completud tu mente y tu cuerpo se torna etéreo; donde se origina ese pensamiento pico en que uno se dice "podría morir ahora y moriría feliz".

Se libre
Bael'adar.