26 de enero de 2015

Tan Simple Como Mirar Hacia Arriba O Hacia Abajo

  Es de esos fines de semana que no querés que se terminen nunca. Podrías seguir buscando películas para ver, juegos con los cuales entretenerte, incluso compañía con la cual conversar virtualmente. Pero inevitablemente ciertos efectos irán manifestándose en tu cuerpo: Ojos hinchados, párpados pesados, cabeza inquieta, pies adoloridos, brazos sin fuerzas y un pecho que se va inflando y desinflando cada vez con más lentitud. Sin importar cuanto más quieras postergarlo, el momento de descansar apuesta todas sus fichas, y te recomienda que busques un lugar plácido y cómodo antes de que rueden los dados.
  Probablemente seguirás tratando de impedir que suceda lo inevitable mientras vayas a lavarte los dientes, bebas un vaso de agua y acomodes la cama y las sábanas en el rango de viento del ventilador. Todo de manera muy pausada, respirando, suspirando. Y una vez acostado, con sólo un pie cubierto, vas a agarrar el celular para una "última verificación" de... ni vos sabes de que.
  Miras el techo y se te ocurre pensar "y bueno, ya está, demasiado". Comprobaste que un día puede tener más de 24 horas y que un fin de semana puede empezar incluso un martes. La clave siempre estuvo en ese "irse a dormir", que define comienzos y finales. Desde la vida misma hasta la vida misma.
  No hay que ser tan dramático ni exagerado. La vida no es una obra de teatro en la que uno es el protagonista. Pero si me complace creer que podemos ser guionistas.
  En fin. Un tope de bienestar significará o no mucho. Todo dependerá en realidad de qué es lo que hagas después. Así que por ahora procura descansar bien y como te he dicho tantas otras veces: No pienses demasiado. Ésta vez fue simplemente disfrutarlo.

Se libre
Bael'adar

19 de enero de 2015

Yo Sólo Quiero Mi Col

  No me sabe dulce. Es más bien agridulce, que obviamente es muy distinto, a pesar de llevar 'dulce'.
  Yo quería algo que se distinga por ser suave al tacto y dulce al gusto. Algo tan simple como un chupetín. Pero tiene algo raro, no sabe exactamente como yo esperaba. Tiene en alguna parte una pizca de agridulce. No parece ser tanto a simple vista, sin embargo en ocasiones esa pequeña partícula que hace cambiar el sabor por unos segundos se convierte en una diferencia abismal. No voy a escupir, tal vez me lo quite de la boca para observarlo y ya.
  No no lo estoy disfrutando, por supuesto que si, no tiene desperdicio. Me gustaría que fuese como uno de esos re duros de antes que duraban una viya; tampoco puedo ser tan exigente.
  Pero voy a insistir de nuevo, tiene ese "algo" que "está ahí" y sinceramente mientras lo siga sintiendo más me va a ir hinchando las pelotas. Espero sólo sea un pequeñísimo defecto de fábrica y que se pueda raspar la zona fea por uno mismo y listo, problema resuelto y todos contentos. Porque con toda la globalización dando vuelta, media pila tener que salir a buscar otro...

Se libre
Bael'adar

11 de enero de 2015

"El amor es lo más lindo que hay en el mundo, pero es sabio. Hay que saber trabajar el amor, y no una cosa así nomas, hay que saber vivir con el amor y para el amor."

Mi abuela.